Muy interesante, como todas las suyas, la anotación de Enrique Dans sobre la marea de correos electrónicos con los que los apandadores telemáticos intentan birlarnos los datos y contraseñas con el sano objetivo de sacarnos la pasta, o dicho más finamente, con animus delicti. Se trata del phishing, un tocomocho por correo electrónico que utiliza técnicas de ingeniería social, y que opera sobre la irrefutable premisa de que un porcentaje nada despreciable del género humano pertenece a la franja lunática o es simplemente idiota.

Escribía Cervantes que la falsedad tiene alas y vuela, y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde. No son pocos los internautas extranjeros que nos piden que reclamemos contra entidades de tan reconocido prestigio como el Bank Hispaniol Sevillano, de la Calle Grand Vía nº 122334J de Madrid (sic), o domiciliadas en direcciones tan imaginativas como C/ Generalísimo 123-R, sobreplanta 4DH de Barcelona, tras haber sufrido una estafa por correo electrónico.

Cuando la víctima ni siquiera se ha molestado en contrastar la supuesta dirección del remitente en algún callejero electrónico, ni en comprobar en Google u otro buscador su existencia o paradero, algo de culpa le corresponde, aunque sea por negligencia en la gestión del patrimonio propio. La búsqueda de los estafadores se hace después difícil, sobre todo cuando no dejan rastro en las cabeceras de los correos, o utilizan disfraces inalámbricos. En muchas ocasiones, al timado no le queda otra que acudir al Maestro Armero.

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1 comentario/s:

 Enrique:

Estoy de acuerdo en que falta mucha concienciación, educación y sentido común en el lado del usuario. Pero ojo, que algunos de estos phishing están verdaderamente bien hechos, y el uso de la ingeniería social es a veces muy, muy brillante. De verdad, que nadie piense que por saber mucho de esto está a salvo de caer en una historia de éstas. La culpabilización del usuario tiene el problema que ya vivimos fuera de la red: un porcentaje altísimo de timos no es denunciado, por la vergüenza que da admitir que te han timado. Que algo así no nos pase en la Red.

3:52 PM  

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