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Decía Claude Chabrol que la tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus límites, la tontería no. He aquí un estupendo ejemplo, aplicado a nuestro querido mundo del crimen desorganizado.
A alguien le sisan un ordenador portátil, un MacBook de Apple. Semanas después del hurto, los rateros, ya en su guarida, se dedican a pasar el rato jugando con los programas que contiene el aparato, incluida la aplicación de fotografía Photo Booth, que hace fotos a través de la cámara incorporada y le aplica diversos efectos digitales.
Lo que no saben los muy memos es que está activado el complemento FlickrBooth, que sube automáticamente las fotos a una cuenta en Flickr visible para todo el mundo. Y ahí les tienen, sonriendo al pajarito, haciendo muecas y poniendo caras. Caray con estas maquinitas del demonio...
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