Noticia de alcance. Acaba de reunirse la primera Conferencia de presidentes de Consejos Autonómicos de la Abogacía Española. Para los no iniciados, los consejos autonómicos (en adelante, los CAs) tienen como función coordinar a los colegios de abogados que los integran en sus relaciones con cada comunidad autónoma.

Tras arduas deliberaciones y denodados trabajos, nuestros presidentes han sacado unas conclusiones, que resumo:

1. Solicitar a los colegios de abogados de las comunidades autónomas en las que aún no existen CAs que se esfuercen en constituirlos.
2. Instar a los colegios de abogados únicos de su comunidad autónoma para que asuman las funciones que legalmente corresponderían a los CAs.
3. Reiterar los tópicos habituales sobre el turno de oficio, la calidad, la deontología profesional, y la paz en el mundo.
4. Proponer nuevas reuniones como ésta para seguir debatiendo.

Parece ser que no tenemos suficiente con los sesenta y tantos colegios de abogados (¿de verdad son imprescindibles los de Alzira, Tafalla, Vic o Estella?), representados por el Consejo General de la Abogacía Española, y en cada comunidad autónoma por el CA correspondiente, sino que hace falta una conferencia de presidentes de CAs para que coordine las actuaciones de los CAs que a su vez coordinen a los colegios que a su vez coordinen a los colegiados.

Tenemos una profesión asaz hiperactiva, que en tiempos de crisis no para de crear estructuras, superestructuras y supersuperestructuras, empeñadas en invertir la regla de la biología del lamarquismo según la cual la función crea el órgano. En nuestro burocratizante mundo, es el órgano el que crea la función, que no es otra que justificar su propia existencia, y ese mismo órgano se reúne para decidir… reunirse de nuevo. Una perfecta esfera de Parménides, en la que el ser se encuentra igualmente distribuido y se alimenta de sí mismo. Y todo ello con cargo a las cuotas que religiosa y mensualmente pagas tú, apreciado abogado lector. ¡Será por dinero!

Por javier muñoz, 05 June 2009
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