He aquí otro firme candidato a campeón del crimen desorganizado, esa noble e incomprendida disciplina que venimos glosando en este blog.
El tipo de la foto fue detenido por la policía de Nueva York por conducir un coche robado. El móvil del delito es curiosamente autorreferente: Levantó el vehículo para poder trasladarse a una comisaría, donde pensaba entregarse para cumplir la condena correspondiente a un delito anterior.
Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro (Albert Einstein).
Comentarios | Enlace permanente | Recomendar: